Euskal Memoriako blogak

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"El objetivo es recuperar la historia gráfica de nuestro pueblo"

2022-07-07

Euskal Memoria

Tras meses de preparativos está ya en funcionamiento Euskal Memoria Funtsa, un archivo mediante el cual Euskal Memoria Fundazioa aspira a recoger y catalogar fotografías, audios y videos relacionados con el conflicto político y sus consecuencias. La etapa principal será la que abarque desde el año 1958 hasta la actualidad, con aportaciones puntuales relacionadas con la época franquista inmediatamente anterior a ese periodo.

Para conocer más al detalle el nuevo proyecto de nuestra fundación, nos hemos puesto en contacto con su responsable, el fotógrafo Juantxo Egaña. “La fototeca está en marcha. La cosa va despacio, como ocurre con todas estas cuestiones. Ahora nos hallamos en un proceso de compilación de imágenes. En su mayoría son imágenes que están llegando en formato digital, que provienen por un lado de archivos digitales y por otro de archivos analógicos. Cuando me refiero a archivos analógicos estoy hablando de fotografías en negativo o en papel fotográfico”. Egaña apunta que en ese sentido hay que tener en cuenta que es alrededor del año 2000 cuando se introduce de lleno el formato digital en la fotografía.

En cuanto a la procedencia del material que se está recopilando, Egaña explica que “el archivo inicialmente se quiere nutrir de fondos provenientes de fotógrafos profesionales que puedan ceder algún tipo de imágenes, y por otro lado de archivos familiares”. En este sentido Egaña comenta que se ha producido un cambio en la valoración de estos archivos. Hasta hace poco tiempo tan solo se valoraba el material profesional, pero ahora se empieza a destacar el valor del material procedente de archivos familiares. “Estos archivos guardan documentos en los que se refleja la propia vida familiar y su entorno de amigos. Entre ellos pueden aparecer fotos históricas, que en su origen tan solo tenían un valor para la propia familia”, señala.

Sostiene el fotógrafo que no es necesario que el archivo familiar corresponda  a la familia de un personaje conocido, sino que puede tratarse de una familia convencional. Añade que “recientemente nos hemos encontrado con unas fotografías de un archivo familiar en el que, entre otras, se hallaban imágenes del entierro del lehendakari Agirre o de la Marcha de la Libertad de un gran valor histórico. Se trata de un particular que asistió a esos dos acontecimientos y obtuvo imágenes de ellos. De ese modo unas fotografías familiares se convierten en unas fotografías históricas que forman parte de nuestra memoria gráfica”.

Insiste Egaña en señalar que esas fotografías familiares de grupos, de fiestas, de manifestaciones, de actos de diversa índole pasen a formar parte de estos archivos del Fondo Euskal Memoria. “Nunca hay que menospreciar una imagen”, remacha el fotógrafo donostiarra. Es conveniente indicar que en la actualidad en países como Gran Bretaña, Estado francés, Alemania o Estados Unidos se le está dando a  estos archivos familiares una importancia muy relevante.   

Histórica manifestación pro amnistía el 3 de septiembre de 1977 en Bilbo. EM Funtsa

Cuenta el entrevistado que a raíz del centenario de la I Guerra Mundial se hizo una exposición en el Euskal Museoa de Baiona, compuesta por fotografías, trajes y recuerdos de ciudadanos vascos que habían estado en la guerra y que tras fallecer, sus descendientes los habían donado a diferentes archivos. Hace cien años, con motivo de la I Guerra Mundial, fabricantes de máquinas de fotos como Kodak o Amsco, ponían en el mercado unas cámaras ligeras a las que se les llamó “la cámara del soldado” e incitaban a éstos a usar las cámaras en el frente. Muchas de las imágenes que hemos visto de esa guerra proceden de dichas cámaras.

Apunta el fotógrafo que “entre esas imágenes se puede ver a un grupo de vascos tocando el txistu y el tamboril mientras esperan en la estación de Pau para ir al frente. Se trata de dos fotografías realizadas por algún amigo de los movilizados. A partir de ahí, cuando se vaya a hablar de la participación de los vascos en la I Guerra Mundial esa imagen resulta icónica. Ahí reside la importancia de los archivos familiares”.

Sin fototeca nacional

Destaca Egaña que, a diferencia de otros países europeos, Euskal Herria no cuenta con una fototeca nacional, donde se guarden las imágenes históricas. Existen archivos generales, museos o bibliotecas en los que se halla material, pero sin que se muestre un especial interés por cuidar el área correspondiente a la fotografía, ni en la recuperación de material histórico como puede ser el originado en las guerras carlistas o en el Proceso de Burgos, por poner dos ejemplos dispares. En este último caso ninguna institución se ha preocupado en recuperar los materiales gráficos de un acontecimiento tan importante en la historia reciente del país. Al final ha tenido que ser Euskal Memoria quien se haya ocupado de la cuestión.

Añade Egaña que “Euskal Memoria tiene mucho que decir en este terreno, respecto al trabajo de recopilación de imágenes que no son conservadas por las instituciones. Si no fuera por el trabajo de la fundación, muchos de esos materiales se acabarían perdiendo. De hecho ya se han perdido materiales significativos, por eso es tan importante nuestro objetivo de recuperar la historia gráfica de nuestro pueblo”.

Respecto al nombre de la base de datos, y al tratarse de un fondo de imágenes fijas o móviles, más los correspondientes audios, lo lógico es que trascienda del concepto de fototeca, para denominarse Euskal Memoria Funtsa, abarcando así el archivo y catalogación de fotografías, videos y audios. El Fondo estará compuesto por tres ramas independientes: EMA-Argazkiak, EMS-Soinuak y EMB-Bideoak.

Julen Madariaga, Eneko Irigarai y José Luis Alvarez Enparantza Txillardegi en Jaxu. Eneko Irigarai Fondoa

Egaña regresa al tema de los archivos familiares. “Todos recordamos la imagen de Txillardegi, Julen Madariaga, Eneko Irigarai y José Maria Benito del Valle, los primeros refugiados expulsados de Iparralde en 1965. Pues esa conocida foto en que se les ve a los cuatro con traje y corbata corresponde a la fiesta posterior a la boda de Irigarai. La foto no tenía ninguna intencionalidad política cuando se sacó, pero al ser expulsados del Estado francés pasa de ser una imagen familiar privada a convertirse en una imagen pública al ocupar la portada de la revista “Enbata”. Yo pondría ese ejemplo de imagen representativa de un archivo familiar”.

Colaboración con el Fondo

Una vez puesto en marcha Euskal Memoria Funtsa, resulta inevitable hacer un llamamiento a los socios protectores de la fundación para que puedan hacernos llegar imágenes de sus archivos familiares que consideren que puedan tener cierto valor histórico y de documentación. Ejemplos que se nos ocurren son una fotografía de la concentración en las campas de Urbia en los años sesenta en la que se ve desplegada una ikurriña, o una instantánea de la tamborrada de Donostia en que aparece colgada la bandera vasca en la Plaza de la Constitución delante de las autoridades civiles y militares franquistas, o también imágenes de la celebración del Olentzero a finales de los años sesenta, cuando era un acto semiclandestino.

Para colaborar con nuestro Fondo de Imágenes los interesados deberán llamar al teléfono 943 24 45 84 ó al 688 693 778 o bien enviar un correo a nuestra dirección electrónica: zubia@euskalmemoria.eus. Nosotros nos pondremos en contacto personalmente.

Por el momento, el fondo de imágenes de Euskal Memoria no estará disponible en la red, aunque sí que estará abierto a consultas por parte de personas interesadas e investigadores especializados. ●